martes, 13 de noviembre de 2018

20 años de cine

En 2016 escribí un artículo titulado Soria como espacio cinematográfico. En él afirmaba: “Desde la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Soria, me consta que existe una apuesta decidida por la cultura y la preservación del vasto patrimonio artístico e histórico. Una clara muestra de ello es el Certamen de Cortos de esta ciudad. Tengo la sensación de que es ahora cuando los sorianos comienzan a creer en proyectos propios bien elaborados desde su tierra”.

Dos años después, compruebo que se están materializando diversos proyectos para ensalzar los aspectos positivos que caracterizan a los municipios sorianos. Uno de ellos es la designación de Soria como Ciudad Europea del Deporte 2019, entendiendo la práctica de la actividad física como un instrumento de salud, integración, educación y respeto. En los últimos días también hemos sabido que UNICEF ha reconocido a Soria como Ciudad Amiga de la Infancia, situando a las niñas y niños en el centro de sus políticas públicas. Y todo ello, sin descuidar el aspecto cultural donde cada vez adquiere mayor notoriedad el Festival de las Ánimas en homenaje al poeta Gustavo Adolfo Bécquer. Estos tres casos constituyen un claro ejemplo de la importancia de la colaboración entre la sociedad civil, organizada en asociaciones y colectivos de profesionales, y los organismos públicos y ayuntamientos.

Pero si hablamos de un proyecto cultural consolidado y querido por los sorianos es el Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria. Un festival de cine, con carácter propio, que cumple veinte años. Una cifra redonda que debería servir para otorgarle un mayor peso dentro de las citas cinematográficas de Castilla y León. Porque detrás del festival hay trabajo y esfuerzo realizado por un equipo de personas con mucha ilusión. Lo sé porque conozco a varios de sus miembros pero también por el testimonio de primera mano de los directores y directoras seleccionadas en otras ediciones. Amigos y compañeros cineastas de todas partes de España que han sido premiados en Soria y han regresado a sus casas encantados con la ciudad, sus gentes y su gastronomía. Y esta debe ser la esencia de un festival. Servir de punto de encuentro; de los ciudadanos con los creadores, del arte con la sociedad constituyéndose como transmisor de cultura.

En esta edición, los espectadores podrán disfrutar de sesenta y un cortometrajes procedentes de treinta y tres países. Japón será el país invitado acercándonos a la cinematografía oriental y se celebrarán interesantes mesas redondas y talleres. Creo que hay que apoyar eventos culturales como este porque benefician al conjunto de la sociedad. Por tal motivo, y como novedad en esta edición, la asociación Plataforma Nuevos Realizadores otorgará el Premio Ópera Prima con el objetivo de ayudar a los cineastas emergentes. Una asociación de cine a la que pertenezco y desde la que nos comprometemos a dar a conocer el Certamen de Cortos de Soria en la ciudad de Madrid. Así, proyectaremos los cortometrajes ganadores en una sala de cine madrileña. Creo que merece la pena celebrar los veinte años de cine en Soria. ¡Por muchos más!

Artículo publicado en el Heraldo-Diario de Soria.

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