17-12-2003
El chico
sueña, sueña… Se despertó de forma súbita y temblorosa en una noche de
invierno, fría y lluviosa. Noche en la que el gélido viento caía del cielo,
cercenando los troncos de los árboles desnudos. Comprendió que se encontraba en
el filo de la cama. El chico, suspendido en las sábanas, estaba a un paso de la
realidad pero, al mismo tiempo, a un paso del delirio. El joven divisó una
estrella. Una estrella enorme con un brillo extremo y fulgurante. Le provocaba
una grata sensación que inundaba su espíritu de amor. Alargó el brazo y atrapó
la amistad que le brindaba su estrella, que le acompañaba en la realidad y en
su mundo de inconsciencia. El joven despertó.
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