sábado, 30 de marzo de 2013

Spot Baile de Civilizaciones 2010. Tercer día de rodaje.


El tercer y último día fue el más frío de todos. Los termómetros marcaban 9 grados bajo cero. Una mañana heladora que supimos combatir con las ganas de sacar el proyecto adelante. Ya sólo nos quedaban dos secuencias para finalizar el spot.
En algunos proyectos en los que he trabajado he tenido la sensación, cuando te aproximas a su última etapa, de haber realizado las cosas bien. Comienzas a vislumbrar la luz, el camino de por dónde quieres orientar todo lo rodado con la seguridad de que se va a obtener un buen resultado. Digo la sensación, porque no siempre el resultado ha sido satisfactorio. Este caso es uno de ellos y todos esperamos que esta grata impresión que me acompaña desde el principio lo haga hasta alcanzar el resultado final.
Domingo. 9:00 horas. Lo primero y más importante para entrar en calor, un café. La secuencia se desarrollaba al aire libre, en una fuente con el agua helada. En este caso, la responsable de hacer sentir al espectador determinadas emociones fue la actriz novel, pero prometedora  no sólo en el ámbito de la Interpretación  sino también de  la Medicina,  Marisa Valdés. La acción, que consistía en lavarse la cara, nos puso la carne de gallina a todo el equipo. Además, esta toma se repitió varias veces y, gracias a su profesionalidad, logramos lo que se buscaba. Otra de las secuencias nos trasladó hasta unas escaleras donde Marisa bajó con una alegría y ligereza abrumadoras. En ese momento, todos pasamos frío excepto ella que no paró de bajar escaleras a un ritmo considerable para luego volverlas a subir al escuchar "¡volvemos a primera!".
Ya por la tarde tocaba el turno a Luis María Fernández de Eribe, actor experimentado en el mundo de las Zarzuelas y de los spots televisivos. 

Esta vez, la acción transcurría en interiores. El salón de una casa que se transformó en plató de grabación. El operador de cámara, Javier Cano, junto al maquinista, Nacho Vázquez, montaron hábilmente el travelling (las vías y la plataforma sobre la que se encontraba la cámara). Se repitieron varias tomas debido a la dificultad del plano. Había que coordinar el movimiento de avance del travelling desde un plano general a un plano corto con la acción del actor. 

Finalmente, con la insistencia del director de repetir el plano y el aguante de todo el equipo y su buen hacer, se consiguió un encuadre sutil y elegante.
Toda la grabación salió bien. Finalizamos según la planificación, a la hora prevista. Éste es el momento en el que sabes que ya no hay más planos que rodar y tu cuerpo se relaja. Entonces, te das cuenta de lo agotado que estás.
Quiero reconocer la importancia que tienen todos y cada uno de los miembros del equipo, ya que sin ellos nada de lo que podrán disfrutar los espectadores se hubiese podido realizar, claro está.  En este proyecto he tenido la suerte de conocer a personas nuevas, muy trabajadoras, profesionales y muy entregadas; además de consolidar la amistad de otras.
Lo verdaderamente gratificante de un proyecto de este estilo son los momentos que se comparten con las personas: un abrazo porque haya salido todo bien, una sonrisa, experiencias, horas de trabajo, etc. Por todo eso, merece la pena. Gracias a todos, de verdad.

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