martes, 5 de marzo de 2013

Apenas


7-10-2003

Santi trabajaba a lo largo del día como si tuviera la fuerza de un toro bravo. El chico llegaba cansado del férreo trabajo a casa. Santi se acostaba temprano. Apenas había apagado la luz que ni tiempo tenía para decirse: “ya me he dormido”.

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