El talento, el rigor y la brillantez
de Pedro Estepa Menéndez y Elena Ferrándiz Sanz nos hacen esperar lo mejor de
su primer documental de largometraje en proceso de elaboración desde hace, en
este Abril de 2015, unos dos años. Recuerdo ahora que cuando Estepa Menéndez
estrenó el primer cortometraje que dirigió: As time goes by… escribí “desde
su inicio mismo no es posible despegar los ojos de la pantalla”. Ahora,
ante su documental en proceso, no puedo dejar de recordar que documentar es dar
testimonio, y que cuando se trata de darlo del pasado debe ser el resultado de
investigar con tenacidad y hondura, tal y como hoy por hoy van mostrando los
dos realizadores en cuanto a su actual proceso de trabajo. El testimonio suele
estar vinculado directamente a lo histórico, y, menos, a lo histórico cultural
como es el caso y para gran mérito de este trabajo en medio de la larga y feroz
crisis económica que nos marca; y su forma, la del testimonio, más que en otras
manifestaciones tiene que estar en consonancia indisoluble con el fondo, puesto
que como he escrito “el vínculo entre testimonio y realidad debe ser, es, tan
fuerte y orgánico que el carácter o no de un testimonio depende directamente de
su nexo con la realidad, de su fidelidad a ésta”, y preciso: por más que, como
toda obra de arte, no la refleje sino la recree (aunque en un documental, como
en todo testimonio, la recreación se refiera a lo formal mientras se respeta la
exposición de lo sucedido). Todo lo que sé de los dos codirectores y de su
presente proyecto en plena marcha me hace vaticinar su triunfo.
Francisco
Garzón Céspedes (Cuba/España), Director General de la CIINOE y de Ediciones
COMOARTES.
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